martes, 11 de agosto de 2009

GRIPE PORCINA, LA PANDEMIA..

Si algo acabará con los humanos será una simple gripa. Eso es lo que han afirmado muchos doctores a lo largo de la historia. Suele especularse en conversaciones de especialistas médicos sobre la probabilidad de que un nuevo virus surja, se propagué y aniquilé a una gran cantidad de personas, o tal vez, a todas en su conjunto. Ya ha pasado con miles de otras especies. ¿Por qué no con la especie humana?

Hace tres semanas aparecieron en hospitales mexicanos varios casos aislados de enfermos con un extraño virus. El cuadro clínico consistía en fiebre alta, de más de 39 grados; malestar en músculos y articulaciones; dolor de cabeza; gripe, en algunos con restos de sangre; tos, dolor de garganta y escalofríos. En los hospitales fueron tratados como casos de neumonía atípica o como casos de influenza e infecciones en las vías respiratorias. Sin embargo, muchos de ellos no respondieron adecuadamente a los antivirales regulares; los casos se complicaron y varios de ellos fallecieron.

Las autoridades sanitarias en México analizaron los casos aislados, pero no llegaron a ninguna conclusión clínica. Una semana después, las muertes eran ya más de 100. Un importante periódico de circulación nacional publicó un artículo al respecto y fue en ese momento cuando se tomaron medidas oficiales por parte del gobierno. Un sector de la prensa opina que la respuesta del gobierno fue tardía y desorganizada. Ahora, opina ese mismo sector de la prensa, el gobierno está tratando de justificar su imprevisión con discursos heroicos y triunfalistas.

Las primeras medidas oficiales que se tomaron fue la de suspender clases en todos los niveles educativos; recomendar a la población usar tapabocas, lavarse las manos varias veces al día y evitar acudir a lugares concurridos. Se suspendieron eventos masivos: conciertos, espectáculos, cines; y los juegos deportivos se llevaron a cabo a puerta cerrada. Días después se cerraron absolutamente todos los restaurantes de la ciudad de México. Se han suspendido también gran parte de las actividades gubernamentales y del sector público. Los centros comerciales están a punto de ser cerrados.

En los medios de comunicación se está tratando de explicar a la población qué es lo que está pasando. A muy pocas personas les queda claro como actuar, como proceder. Se sabe que no hay que acudir a los hospitales hasta que los síntomas sean fuertes, claros e inequívocos. Los hospitales están sobresaturados y solamente atienden casos graves. Los que presenten síntomas aislados deben de consultar a un médico de confianza y esperar que no sea nada delicado. Se sabe también que no hay vacuna contra este virus. El virus, por cierto, es conocido como H1N1 y fue resultado de una mutación porcina, aviar y humana. La vacuna que se está usando es la destinada a otras enfermedades, como la gripe aviar de hace unos años. Sin embargo, no se sabe como reaccionará el cuerpo humano ante este nuevo virus.

El gobierno mexicano ha enviado muestras del virus a los gobiernos de los EUA, de Canadá y de Suiza. Ahí se está investigando la naturaleza del problema. Un laboratorio suizo confirmó que ya tiene la estructura molecular del virus y que tendrán lista la vacuna en 6 meses.

¿6 meses? ¿Y mientras tanto qué va a pasar con los enfermos? ¿Qué pasará con la epidemia? ¿Se mantendrán las mismas medidas de emergencia? ¿La gente deberá permanecer en sus casas durante todo este tiempo? ¿Qué pasará con la economía? ¿Se colapsará el sistema? ¿Quién tiene las respuestas?

No hay respuestas claras. Los medios de comunicación han desplegado una campaña para saturar de información a la población invitando a mantener la calma, pero no se dice nada concreto. Muy pocos saben qué es lo que en realidad esta sucediendo.

Mientras tanto, las autoridades sanitarias están tratando de contener el problema. Las cifras oficiales parecen ser modificadas para no escandalizar a los medios internacionales. Un sector de la prensa considera que el gobierno mexicano está desinformado, y que más allá de la epidemia, está más preocupado por las implicaciones políticas del asunto.

La Organización mundial de salud considera que el estado actual de la epidemia es el nivel 5. El nivel máximo es el 6: en ese punto se considera pandemia, es decir, una epidemia a nivel mundial.

El antecedente más preocupante de pandemia fue en 1918, cuando murieron 50 millones de personas; en 1957 murieron 2 millones y en 1968, un millón.

El planeta tierra está en crisis. Tal vez la crisis más delicada, seria y preocupante de su historia. El principal responsable de esta situación es la especie humana. En momentos de emergencia como éste es cuando aparecerá lo mejor y lo peor de su naturaleza. Su soberbia deberá hacerse a un lado y deberá aprender a cooperar con humanismo. Esto no es un juego: es una advertencia de la naturaleza. Ojala que todo esto pase pronto, sin consecuencias graves y se aprenda a habitar el planeta de una manera mas civilizada. No se necesitan armas nucleares: se necesita humanismo, cooperación y humildad. Una simple gripa nos puede exterminar.