viernes, 14 de agosto de 2009

ARGENTINA 404 MUERTES POR A H1N1

BUENOS AIRES — Los muertos en Argentina aumentaron de 337 a 404 en la última semana, estadística que mantiene al país como el segundo con más víctimas mortales por detrás de Estados Unidos, informó el jueves el ministerio de Salud.

"Se ha notificado un total de 793.637 casos de enfermedad tipo influenza (desde que se inició la pandemia en abril). Se han confirmado 404 defunciones en 20 distritos (sobre 24)", dijo el comunicado ministerial.

En el último reporte del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), se contabilizaban 436 muertes asociadas a la gripe A (H1N1).

La cartera aclaró, sin embargo, que "se observa una tendencia descendente en el número de casos en el país", donde se considera que un 93% de los casos tipo influenza corresponden al virus que se expandió por casi todo el mundo.

En tanto, el número de fallecidos por gripe porcina en el vecino Brasil se había duplicado en una semana, al elevarse a 192.

De este modo, el gigante sudamericano se convirtió en la tercera nación más castigada por número de muertes, por delante de México, que reportó esta semana 163 decesos.

El último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS) difundido el pasado martes señaló que hay 1.462 personas fallecidas en todo el orbe a raíz de la pandemia.

Las autoridades argentinas señalaron que la incidencia del 93% del virus A (H1N1) puede verificarse sólo en los mayores de cinco años.

En cambio, "en los menores de cinco años, esta proporción disminuye a 23,4%, mientras que se eleva la proporción del llamado Virus Respiratorio Sincicial al 72%", según el comunicado ministerial.

Argentina ha detectado en el impacto local de la pandemia "una dispersión geográfica generalizada, es decir que se están presentado casos en todas las provincias del país".

Pero, a la vez, se observa "una tendencia decreciente de la actividad de enfermedad respiratoria, como muestra la vigilancia epidemiológica".

Las autoridades indicaron que se verifica "una intensidad elevada de actividad de enfermedad tipo influenza, es decir que aún hay una proporción de población afectada superior a lo esperado para esta época del año", el invierno austral, muy crudo en comparación con otros años.

En otro orden, se observa "un impacto bajo en los servicios de salud, es decir, la demanda de atención sanitaria no es superior a los niveles normales".